Gloria, Patti Smith [Horses, 1975]
Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos. Los predicadores acechan, con vítores a dios en la boca y espadas de dos filos en las manos. Y nosotros, los corderos, buscamos entre la apatía y la ignorancia una forma de escapar de ellos. Intentan salvarnos del infierno, pero, ¿quién nos salvará de ellos? Se golpean el pecho con una mano, mientras con la otra aprietan un cuello sin el menor remordimiento.
El infierno está lleno de buenas intenciones, y de las buenas intenciones, líbranos señor.
Es de los sonrientes, de los amables, de los lisonjeros siervos del honor y la honradez, de los almidonados cuellos blancos, de quienes más debemos protegernos. Es la persona que tiende su diestra con una sonrisa en los labios quien, sin lugar a dudas, esconde un puñal en la siniestra. Y, curiosamente, es por las ovejas negras por las que ellos sienten especial pavor. Porque, ¿quién creerá en las necias palabras del marginado y del loco, si no es precisamente quienes saben que tienen toda la razón?
Benditos pues los locos, los miserables, los apartados, pues de ellos es la mirada limpia y el corazón puro. Gloria a ellos en el cielo, y en la tierra paz a sus almas torturadas. Amén.
El infierno está lleno de buenas intenciones, y de las buenas intenciones, líbranos señor.
Es de los sonrientes, de los amables, de los lisonjeros siervos del honor y la honradez, de los almidonados cuellos blancos, de quienes más debemos protegernos. Es la persona que tiende su diestra con una sonrisa en los labios quien, sin lugar a dudas, esconde un puñal en la siniestra. Y, curiosamente, es por las ovejas negras por las que ellos sienten especial pavor. Porque, ¿quién creerá en las necias palabras del marginado y del loco, si no es precisamente quienes saben que tienen toda la razón?
Benditos pues los locos, los miserables, los apartados, pues de ellos es la mirada limpia y el corazón puro. Gloria a ellos en el cielo, y en la tierra paz a sus almas torturadas. Amén.